Puede que su nombre haga referencia al dios romano del mar, pero la Gruta de Neptuno fue descubierta hace apenas un par de cientos de años. Escondida justo por encima del nivel del agua en la base de los imponentes y remotos acantilados de Capo Caccia, la gruta es una de las atracciones naturales más espectaculares de Cerdeña.
Después de navegar desde el puerto, pasarás por una costa accidentada antes de llegar a la gruta en menos de una hora. Al llegar, puedes elegir si quieres entrar o no a la Gruta de Neptuno. Si lo haces, verás estalactitas que muerden como incisivos desde el techo de la cueva y estalagmitas que se levantan del suelo como dagas, y un lago de agua salada que se extiende a lo largo de 120 metros, todo ello mientras tu guía local te cuenta la geología de forma experta.
Si decide no realizar el recorrido subterráneo, puede quedarse a bordo disfrutando del sol. Cualquiera de las dos opciones es una excelente manera de pasar el tiempo antes de emprender un tranquilo viaje de regreso al puerto.