Situada a orillas del río Guadalquivir, Sevilla tiene una rica herencia morisca. Era un puerto próspero que contribuyó mucho al comercio con las Américas. Las calles y plazas del casco histórico de la capital andaluza siempre tienen mucho ambiente, en ellas se encuentran muchas construcciones que tienen la designación de Patrimonio Mundial, y los distritos están llenos de cultura tradicional, como Triana y La Macarena. Sevilla es un destacado centro de negocios y servicios en el sur de España y tiene mucho hoteles distribuidos por toda la ciudad que permiten a los visitantes descubrir infinidad de atracciones, así como museos, centros de arte, parques temáticos, cines, teatros y discotecas. No podemos obviar las terrazas, las posadas y los bares donde los visitantes pueden practicar una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad “salir de tapas”
Otra buena excusa para venir a la capital sevillana son las fiestas. Las celebraciones de la Semana Santa y de la Feria de Abril, declaradas de Interés Turístico Nacional, reflejan la devoción y el folclore del pueblo de Sevilla, siempre abierto y acogedor. Pero el atractivo de Sevilla no termina allí, ya que la ciudad es también el punto de partida de las muchas rutas culturales que ofrece la provincia, como la Ría Bética o la ruta Irving. El visitante también descubrirá la inmensa riqueza natural de esta región, que se encuentra a medio camino entre dos continentes, en tesoros naturales como la Reserva Natural de Doñana, declarada Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y la Reserva Natural de la Sierra Norte. Serán el escenario ideal para la práctica de deportes al aire libre, incluyendo rutas de senderismo, equitación y ciclismo. Además, si eres un fanático del golf, estarás encantado de saber que Sevilla tiene cuatro excelentes campos de golf en sus alrededores.