En un país tan rebosante de vida salvaje como Sri Lanka, haría falta algo especial para destacar entre la multitud, pero el estuario del río Madu lo consigue. Pasará por docenas de islotes y también por un criadero de tortugas.
Mientras navega por los túneles de los manglares y pasa por debajo de los desvencijados puentes de madera, no pierda de vista la fauna: es un territorio privilegiado para la observación de la naturaleza. Los monos comen fruta encaramados a las ramas y los lagartos se deslizan por el agua. Plante un retoño de mangle, disfrute de una taza de té de Ceilán en una de las islas (visitará algunas exclusivas de TUI) y mézclese con los lugareños.
Por último, se dirigirá a un criadero de tortugas donde podrá conocer a algunas de las crías rescatadas del mar.