La excursión sale de Lisboa sobre las 9:00 en dirección a Fátima. Esta pequeña ciudad rural es famosa por su santuario y por ser uno de los sitios de peregrinación más importantes del mundo. Su asombrosa basílica fue construida para conmemorar los acontecimientos de 1917, cuando tres niños fueron bendecidos con la aparición de la Virgen María. Dentro de esta basílica también encontrarás las tumbas de los tres niños, además de muchas otras obras de arte sacro. En el otro lado del santuario, está la nueva iglesia de la Santísima Trinidad, construida en la década del 2000, y una de las iglesias cristianas más grandes del mundo. También puedes visitar la Capilla de las Apariciones, situada justo en el lugar donde ocurrieron las apariciones. Pasarás alrededor de 1 h en Fátima.
Después, te dirigirás hacia Batalha, una ciudad medieval que ganó importancia con la construcción del monasterio. Esta fue la consecuencia de una victoria lograda en la batalla más importante (Batalha en portugués), que tuvo lugar durante el siglo XIV y debido a la cual Portugal se mantuvo independiente de Castilla (España) en el campo de batalla de Aljubarrota. El monasterio de Batalha tiene más de 600 años y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (la entrada a este monumento está incluida).
En este recorrido también puedes visitar otros lugares turísticos de la región, como el pueblo de Nazaré, un tradicional pueblo de pescadores y el primer lugar de peregrinación portugués, donde la Virgen se apareció a un caballero portugués que venció la tentación del diablo. Aquí, podrás probar algunos de los mejores pescados y mariscos del país, en los famosos restaurantes locales, propiedad principalmente de familias de pescadores locales. Además, podrás ver algunas de las olas más grandes de Europa, que surfean los deportistas internacionales de renombre.
Por último, pero no menos importante, visitarás Óbidos, un encantador y pintoresco pueblo rodeado de murallas medievales del siglo XII. Tendrás una hora libre para maravillarte con sus calles y probar la famosa bebida tradicional: la ginjinha, un licor de cereza agria servido en una taza de chocolate que te comerás después.