La primavera amanece temprano en Mallorca y lo hace de forma impresionante. Desde finales de enero hasta febrero, el corazón de la isla florece con los suaves colores de la flor de almendro. Esta excursión le llevará a zonas del campo donde los almendros en flor blancos y rosados salpican el paisaje: una experiencia típicamente mallorquina.
Los pueblos con almendros en flor varían según pasan las semanas por lo que podrás visitar los que ofrecen el mejor espectáculo natural. Y la vista se ve realzada por prados llenos de amapolas rojas y margaritas de color amarillo brillante.
La flor anual de los almendros captura la imaginación de todos los que la ven. Hay una sutil delicadeza en la belleza de los pétalos, que varían en tonos desde el blanco vainilla hasta el suave rosa polvo. Los bordes fucsias y los tallos amarillos añaden gracia a las flores. También visitarás una finca (granja) y degustarás productos típicos de almendra.