Pase un día descubriendo las suaves colinas, viñedos y olivos que salpican el campo del Languedoc. Visite tres bodegas y uno de los sitios imperdibles de la región: el famoso pueblo de Saint-Guilhem-le-Désert.
Su guía lo recogerá en su alojamiento en Montpellier y lo llevará a un famoso viñedo en las estribaciones de la meseta de Larzac, conocido por ser el primer Grand Cru del Languedoc. Explore la bodega y la sala de barricas de roble y disfrute de una degustación de algunos deliciosos néctares.
Luego visitará una segunda bodega que produce una excelente gama de vinos Terrasses du Larzac AOC. Durante tres generaciones, los viticultores han impulsado la revolución de la calidad en la región de Languedoc: ¡una visita obligada para los amantes del vino!
Contemple las hermosas gargantas del Hérault desde el Puente del Diablo en su camino hacia el pueblo medieval de Saint-Guilhem-le-Désert, un lugar maravillosamente conservado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visite la famosa Abadía de Gellone, un importante destino de peregrinación, y termine el día con una deliciosa degustación de vinos orgánicos en una bodega familiar.