El Palacio Ducal de Venecia guarda en su interior lo mejor y lo peor de la historia de Venecia, desde enormes pinturas de Tintoretto y Veronese hasta la ranura de madera donde se presentaron las acusaciones de traición a la temible Policía Secreta. Deambular por los pasillos del Palacio Ducal es comprender la República de Venecia, para bien o para mal.
Este recorrido por el palacio combina una visita guiada a los Itinerarios Secretos con una visita gratuita a las Estancias del Duque, asegurándote el recorrido más completo por el Palacio Ducal. Maravíllate con los techos pintados al fresco por Tintoretto, que muestran a la Justicia ante el Duque, y piensa en todos los que esperaron nerviosos en esa misma estancia a ser recibidos en audiencia por el Duque en el Salón de las Cuatro Puertas. También están las numerosas obras hechas especialmente para la ocasión por los maestros de la época: "Virtudes de la República" en la Sala del Gran Consejo era la perspectiva optimista de Veronese sobre el estado de su nación, mientras que con "El Triunfo de Venecia", en la Sala del Senado, Tintoretto pagó sus deudas sobre un techo alto.
Por todo el esplendor que tienen sus pasillos, nunca adivinarías lo que esconde el ático del Palacio Ducal. Sigue a tu guía hasta la prisión del ático, donde se mantuvo durante meses al famoso seductor y escritor de Venecia Casanova, antes de que lograra escapar. Mirando alrededor de este cuarto oscuro, y considerando la seguridad que debía haber existido, es casi imposible imaginar cómo lo hizo. No importa, porque el guía tiene la respuesta.
Casanova no fue el único hombre que vio el Palacio Ducal en términos menos favorables. Tras despedirte del guía, tendrás la oportunidad de caminar por el Puente de los Suspiros, llamado así por los prisioneros que caminaron a lo largo de su camino hacia las celdas del canal. Cuando echaron su último vistazo a la bella Venecia, no pudieron evitar suspirar. El guía te dejará dentro del Palacio Ducal para que puedas cruzar a las Prisiones Nuevas del siglo XVI. Si el tiempo lo permite, podrás pasear por el interior para ver los "graffitis" que muestran protestas de inocencia grabadas en las paredes.
La visita al Palacio Ducal se parece a una montaña rusa que te llevará desde las alturas artísticas del Renacimiento de Venecia hasta su fondo más sombrío. Al finalizar el recorrido, tu mente estará llena de pinturas magistralmente ejecutadas y prisioneros innecesariamente ejecutados. Una cosa es segura: nunca volverás a ver Venecia bajo la misma perspectiva.